Un desarrollo ciento por ciento fueguino promete convertirse en un emblema de la nueva etapa de producción en la provincia, que puede despertar interés también en el continente.

Se trata de un tanque de agua del tamaño de un lavarropas, inventado por dos hermanos de Río Grande, donde el corte del servicio o la baja presión es frecuente, con el objeto de evitar el costoso montaje de la estructura de soporte de un tanque tradicional, y resolver también la falta de espacio en muchas viviendas y departamentos que no estaban previamente acondicionados para esto.

En una entrevista con FM Del Pueblo, Leonardo Pérez Bustos dio detalles de este invento que tiene un 90% de componentes locales y ya está fabricándose en pequeña escala, con una demanda creciente de vecinos de la ciudad: “Uno de los ejes de desarrollo de este tipo de tanque para nosotros fue la imposibilidad que tenía un montón de fueguinos de instalar un tanque convencional que se vende en cualquier ferretería de Tierra del Fuego”, explicó el joven.

Como es sabido en la ciudad, “la mayoría no tiene un buen nivel de presión de agua, o se corta en determinado horario, y no tienen reserva de agua; pero no se encontraba un tanque que se pudiera acomodar en un rincón de la casa. Desde ahí partió la base de nuestro diseño”, dijo.

En vez de ser cilíndrico, el tanque es cúbico para optimizar la capacidad, de 60x60 centímetros de base, y una altura total de 1,40 metros. “Es un tipo de sistema todo en uno: el tanque viene con la bomba incorporada, y un dispositivo hidroneumático que incorporamos, para evitar los excesos de presión en toda la línea de la instalación del hogar. También incorporamos un dispositivo innovador para arranque y corte de presión: cuando uno abre la canilla, esto detecta la caída de presión en la línea y lo que hace es activar el sistema de presurización, para enviar presión y caudal a esa canilla que se acaba de abrir. Una vez que se cierra la canilla, presuriza la línea y corta la bomba”, detalló del funcionamiento, que además economiza energía.

Que pase por la puerta

Una de las premisas de los hermanos fue evitar el trastorno hasta de ingresar el tanque, sin recurrir a grúas o andamios. Como cualquier lavarropas o heladera, pasa por la puerta y se puede ubicar en cualquier rincón.

“Mide más o menos como un lavarropas y sin hacer una modificación estructural en la vivienda, se puede acomodar y tener una reserva de agua”, dijo Leonardo de este primer desarrollo, que corresponde a un tanque de 200 litros, mientras trabajan en otro de 500 litros, para familias más numerosas.

“Ya sea de 200 litros o de 500 litros, tiene que pasar por una puerta, porque si no, no le resolvemos este problema práctico a la gente”, remarcó.

“La idea es resolver el problema a la gente, para que no tenga que pensar en qué tanque pone o qué tipo de bomba, porque no todas las bombas resuelven el problema de la presurización”, agregó.

Solución individual, solución para todos

El joven relató cómo partió este desarrollo, pensado para resolver su situación personal, sin imaginar que terminaría convirtiéndose en un producto que puede trascender las fronteras fueguinas. “Como cualquier familia fueguina veníamos con el problema de la falta de presión de agua. Junto con mi hermano Jonatan hicimos esta planificación para resolver nuestro caso particular, y pasamos por todo el proceso de buscar el tipo de tanque, qué tipo de bomba sirve, y lo resolvimos de esta manera. Desde hace dos años en nuestra vivienda nunca más tuvimos problemas de agua. Durante casi 24 horas se cortó un fin de semana la red de agua y nosotros ni nos enteramos”, relató.

Siguieron las “charlas con amigos, con familiares, que nos comentaban el mismo problema de agua que tenían y cómo resolverlo”, por lo que la solución de los dos hermanos fue corriendo de boca en boca.

“Un amigo vivía en un departamento y me planteaba que no tenía dónde meter un tanque. Otra persona que vive en el casco viejo me decía que para colocar un tanque tenía que modificar la casa, porque la mayoría de los tanques que se venden son elevados, la capacidad mínima es de 500 ó 1.000 litros; y hay que poner media tonelada o una tonelada en altura, y armar una estructura que la sostenga. Esto encarece mucho más la instalación”, observó.

De allí partió “este concepto nuevo, de todo en uno: tanque, bomba, sistema de presurización automático, simplificado todo a la máxima expresión”, dijo.

Componentes locales

Para los detractores de la industria fueguina, este tanque tiene “el 90% de los elementos usados en la fabricación, de producción nacional. El 10% es un implemento importado”, afirmó Leonardo.

Respecto de la capacidad de esta empresa familiar para responder a la demanda que puede sobrevenir, aseguró que están preparados y, en apenas dos semanas, “vendimos casi el 60% de la primera tanda de stock. Arrancamos con el tanque de 200 litros y está funcionando bien. Ahora estamos desarrollando un tanque nuevo de 500 litros, porque hay grupos familiares más numerosos que necesitan una reserva más importante; pero seguimos con el criterio de que el tanque pueda pasar por una puerta y tenga proporciones óptimas para ubicarlo en el rincón de una casa y no modifique mucho el espacio”, reiteró.

En este caso, en lugar de compararlo con un lavarropas, pasaría a ser equivalente al espacio que ocupa una heladera, con la misma practicidad.

“La respuesta de la gente fue muy positiva y, en estos últimos tres o cuatro días se acercaron comerciantes locales, interesados en introducirlo en vidrieras y ferreterías locales, así que esperamos abrir canales de venta diversificados”, confió.

Mayor seguridad

Finalmente aportó otro beneficio no menor: la seguridad, porque “la instalación de este tanque es en superficie, en el interior. Un vecino me comentó que mandó poner un casilla fuera de su casa, instaló el tanque, una bomba muy cara, se fue un fin de semana largo con la familia y cuando volvió le habían robado la bomba”, contó Leonardo.

Como bonus extra, para el clima fueguino la colocación en el interior resuelve el problema de congelamiento, porque si se coloca afuera un tanque tradicional, hay que hacerlo en un habitáculo aislado.